FOTÓGRAFOS

Este proyecto resultó ser algo mucho más complejo de lo que esperaba. El concepto inicial de Caras UNAV consistía en conseguir anécdotas de estudiantes, profesores y otros trabajadores de la universidad, quizás incluso familiares, para crear una especie de álbum donde diéramos a conocer a la comunidad de la UNAV, pero no fue fácil. Armarse de valor para acercarse a desconocidos fue el primer obstáculo que, de manera tácita, cambió el concepto del proyecto a puros estudiantes. El segundo obstáculo fue el hecho de que, a nuestra edad, los jóvenes suelen ser muy cerrados, no les gusta contar cosas personales, y mucho menos a desconocidos, por lo que en muchos casos no conseguimos el tipo de anécdotas que buscábamos para nuestra página. El caso es que utilizamos las historias que íbamos consiguiendo para construir un proyecto que fue tomando forma propia, y la variedad en la profundidas de las mismas de hecho hizo que resultara mejor de lo que yo esperaba.

 

Personalmente, aprendí que las primeras impresiones pueden ser engañosas, y que cada persona esconde un mundo dentro de ella; también aprendí que acercarme a hablar con un desconocido no es el fin del mundo, y es mucho mas fácil de lo que parece hacer amigos, aunque no creo que haya dejado la vergüenza atrás por completo. En cuanto a lo tecnológico, profundicé mis conocimientos en cuanto a como manejar Wix, una plataforma digital que había tenido la suerte de utilizar antes, pero en la que tuve que aprender a hacer cosas como insertar redes sociales y una licencia. También me vi obligada a retomar el uso de Twitter, una red social que en mi vida daba por muerta, considerando que la cuenta que abrí en el 2011 dejé de usarla en el 2013. En Facebook, descubrí que las pulicaciones pueden ser programadas a un horario específico, permitiéndome subir varias fotos con su información de una vez y no tener que estar pendiente de hacerlo cada ciertas horas; además, la misma página te hace análisis de la interactividad, alcance y seguidores que tiene, que me obsesionó bastante durante las últimas dos semanas. Trabajar en equipo resultó difícil, porque en un grupo tan grande, de seis personas, tuve que aceptar el hecho de que no todos trabajan al mismo ritmo, y que no todos son buenos en las mismas cosas, pero, con su vision personal, todos aportaron algo importante a Caras UNAV.

 

En general, me llevo una buena experiencia de este proyecto, cargada de altos y bajos, pero que, finalmente, me enseñó mucho.