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ARQUITECTURA

Juan

Una de mis mejores experiencias fue cuando fui a Nueva York a un voluntariado que era con las monjas de la caridad y estuvimos allí yo y otros dos amigos por cuarenta días. Nuestra función en el campamento era estar con los chicos que tenían familias en el Bronx, que es un distrito de allí. Yo estuve con niños entre doce y once años con un marine de los Estados Unidos, éramos los dos monitores de ese grupo de niños y la verdad que era todo bastante complicado, unos se escapan por un lado y por el otro. Pero era una buena experiencia.

 

Teníamos que llegar a las dos de la mañana y preparábamos el desayuno y todo. Íbamos teniendo diferentes actividades durante la mañana, por ejemplo ir a hacer deporte con los chavales y teníamos clases de música que los daban las diferentes monjas de caridad. Un descanso y hacer actividades. Y las dos de la tarde venían los padres o tíos a recogerlos. 

 

Por ejemplo, había un caso de un niño que su padre estaba muerto y su madre era prostituta y él vivía con sus tíos que lo cuidaban, entonces yo tenía que ir recogiéndolos como a las doce del mediodía y luego limpiar todo, comíamos ahí , lo que nos daban de comer las monjas, que en verdad nos daban comidas muy buenas. Y después de la comida teníamos bastante tiempo libre, pero durante la semana no... sino a partir de las cinco. Normalmente dábamos una vuelta por el Bronx, y bueno, a las nueve de la noche teníamos que estar en el convento porque era más o menos peligroso.  Eso era durante toda la semana. A veces hacíamos una excursión con los chavales, pero era lo peor, porque ibas con todo el grupo y era una locura. Un día fuimos a la Estatua de la Libertad, dimos una vuelta en barco. Pero eso era durante la semana, y ya los sábados y domingos que teníamos tiempo libre para hacer lo que quisiéramos, nos íbamos a Manhattan , salíamos toda la noche. De verdad que fue y ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.

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