top of page

CIENCIAS

Sandra, Bioquímica

Tengo una mamá Filipina y un papá español y aunque he vivido la mayoría de mi vida en España nunca he sido realmente aceptada en la cultura española. Nací en Tailandia y cuando vine a España me sentí un poco segregada. Hablaba inglés y eso me daba problemas al tratar de comunicarme con la gente de aquí, porque el vocabulario que tenía no era perfecto, así que la gente tendía a mirarme extraño, esto fue el primer problema. El segundo problema es que mi piel es más oscura y mis ojos son asiáticos, entonces llamaba mucho la atención y esto me apartaba más de los demás.

 

Cuando fui creciendo me iba preguntando de dónde era y no era capaz de responder cuál era mi nacionalidad.  Siempre era una pregunta dónde había nacido y mi respuesta es que de donde vienes es de donde son tus padres, pero también con qué cultura te identificas.

 

Lo que nunca se me olvida son los chistes que hacían, si había nacido en un avión o en el aeropuerto, yo solo pensaba cómo puedes ser tan estúpido. Mi nacionalidad es española, eso es lo que dice mi pasaporte.

 

Creo que cuando eres pequeño ignoras muchas cosas, especialmente si nunca has salido de tu ciudad, por ejemplo, yo soy más abierta porque crecí con varias culturas, viajaba mucho, crecí en Tailandia, por ello mucha gente me preguntaba si era china, porque soy asiática. Lo que más me molestaba era cuando decían que había una niña asiática en el campus y esto comenzó a ser algo que me afectaba.

 

Cuando estuve en las Filipinas me sentí más cómoda porque habían muchos internacionales. Aunque no hablaba filipino nunca me sentí segregada. Me molesta que la gente asuma cosas y que no sepan en verdad de lo que están hablando. Apreciaría si me preguntaran y yo así les explicaría. En China fue el lugar en el cual que me sentí más cómoda, la gente era más agradable y abierta. Nunca tuve una pregunta sobre de dónde era.

 

Aprendí a sobrellevarlo solamente dando las respuestas necesarias, pero lo que he aprendido más es a poder escoger a las personas que quiero en la vida y a las que no. Lo que no me gusta es que la gente asocie los rasgos físicos con una cultura específica y saquen sus propias conclusiones. Todo lo que esto me hecho es hacerme más fuerte, pero no tanto que me haga más fuerte sino que me ha hecho más tolerante.

bottom of page